Anclado en la tormenta, soy el que nadie vio. Como algo que se pierde y nadie busco, ni extrañó. Condenado al olvido, como los invisibles.
Su espíritu, no lo erosiona el tiempo. Estoica. Infranqueable. Sería la envidia, De cualquier diosa mitológica y ocuparía el Centro se lo más alto del olimpo. Sueña con un jardín lleno de flores, aunque No tiene tiempo para cuidarlas. De ella aprendí que todo sirve, todo se Transforma... Y que ante cualquier tormenta, siempre encontraré su refugio.
Comentarios
Publicar un comentario