La tinta no seco, cuando las palabras no alcanzan. 

Del fuego, me hice carne, hasta perder la razón.

Engañe a otras bocas para olvidarte. Olvidar y ser olvidado es la muerte, la muerte definitiva.

Tus labios no podrán pronunciar mi nombre, luego de ver las cenizas que dejaste al irte.

Comentarios

Entradas más populares de este blog